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Un Ejemplo de Terapia Asistida con Perros en un Centro Geriátrico

La aplicación de la terapia asistida con animales con personas mayores ha demostrado su efectividad en múltiples ocasiones. A continuación os detallamos un ejemplo de intervención asistida con perros con residentes que presentan algún tipo de demencia (alzheimer, vascular, senil, etc.) y con un avanzado deterioro cognitivo.

Tiempo de la sesión:
una hora (aprox.)

Profesionales que intervienen:
terapeuta especialista en IAA que dirige las actcividades + psicólogo del centro como profesional de apoyo.

Número de personas en terapia:
9-10 personas

Organización del espacio:
los asistentes a terapia se colocan de forma que el perro pueda moverse sin dificultar a la hora de realizar los ejercicios. Y lo suficientemente separados entre ellos como para poder realizar ejercicios individuales o por parejas.

Recomendaciones iniciales:

El terapeuta puede detenerse más en aquellas personas que se muestren más receptivas y menos en las que presenten algún tipo de resistencia puntual o duradera.

Si se trabaja con un perro de unas dimensiones considerables puede ser un factor de rechazo en los primeros encuentros. Si el tamaño es reducido, se reduce esta posibilidad.

Es muy importante fijarse en las reacciones de los asistentes durante la primera sesión de toma de contacto puesto que cuando se trabaja con personas con demencia, muchas de ellas han perdido la capacidad de expresarse mediante el lenguaje y solo a través de sus reacciones conoceremos su nivel de agrado o disgusto de una situación.

Primera sesión:
Es solo una sesión de presentación. El perro entrará en la sala cuando los participantes estén tranquilos y en su posición, e irá acercándose a cada uno de ellos de forma progresiva, intentando que lo acaricien pero sin obligar a hacerlo. Pueden surgir reacciones de nerviosismo, alegría, rechazo, miedo, etc. En la mayoría de casos la terapia es estimulante y positiva, pero no debe esperarse una reacción de aceptación por parte de todos los asistentes.

Próximas sesiones:
Las actividades y ejercicios de contacto, como cepillar al perro, ofrecerle comida, tirarle galletas… se realizarán en futuras sesiones y teniendo en cuenta el estado de ánimo del grupo en cada una de ellas, eligiendo la mejor actividad en cada caso. Se trabajan muchas capacidades a la vez, como la motricidad fina y gruesa, la coordinación óculo-manual, la comunicación, la estimulación sensorial, las habilidades sociales, la memoria, la canalización de la ansiedad y la agresividad de forma positiva, etc.

Ejemplo de actividades:

– De manera individual se pide al paciente que coja una galleta de un color determinado para posteriormente dársela al perro.

– Con pelotas de colores, se pide al paciente que coja una pelota específica y se pide que la lance para que el perro vaya a por ella.

Con el Máster en Terapia Asistida con Animales de ISEP estarás capacitado para detectar las realidades susceptibles al trabajo con animales y para definir qué animal es conveniente para cada intervención. Además, diseñarás el programa de actividades más adecuado acorde con los objetivos, el espacio, los profesionales que intervienen y los recursos disponibles.

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