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Intervención Logopédica en Casos de Daño Orgánico (DCA)

El daño cerebral adquirido (DCA) hace referencia a cualquier lesión adquirida sobre un cerebro previamente desarrollado, con independencia del origen causal: traumático, vascular, tumoral, infeccioso, anóxico, etc.

La logopedia en el proceso de rehabilitación tiene como objetivo recuperar o mantener:

– El lenguaje, en su modalidad oral y escrita, que generalmente se ve afectado por afasias.

– El habla, entendida como el conjunto de mecanismos físicos (control muscular, coordinación fono-respiratoria, etc.) necesarios para producir el lenguaje oral y que, en casos de daño cerebral adquirido, se ve comprometida por disartrias.

– Las habilidades sociales y de comunicación, que pueden verse afectadas después de una lesión cerebral, y que dotan a la persona de herramientas que le permiten relacionarse con el entorno en el que vive.– La deglución, o capacidad para tragar los alimentos, tanto líquidos como sólidos que generalmente se ve aquejada por las disfagias.

Así, en función de las alteraciones que presente la persona afectada y los objetivos que se planteen, se diseñará la intervención logopédica que más se ajuste a sus necesidades. Para ello, es imprescindible tener la formación adecuada y estar especializado para mejorar la atención clínica (Máster en terapia miofuncional o Máster en logopedia clínica en daño neurológico) y poder realizar una valoración inicial adecuada y diseñar el tratamiento para:

– Deglución: consiste en la activación y entrenamiento de los músculos que intervienen en la preparación del bolo alimenticio a partir del entrenamiento de la postura, modificación de texturas y volúmenes de los alimentos, etc.

– Voz: ejercicios de respiración, impostación vocal, soplo, encaminados a mejorar la intensidad, el tono y el timbre de la voz del paciente. En los casos que no es posible la recuperación de la voz, existe la posibilidad de entrenar e instaurar sistemas alternativos y/o aumentativos de comunicación.

– Habla: ejercicios de articulación, ritmo, discriminación auditiva, praxias bucofonatorias. En los casos que no es posible la recuperación del habla o un habla inteligible, se entrenan e instauran los sistemas alternativos y/o aumentativos de comunicación (por ejemplo, sintetizadores de voz acoplados a una tablet, donde la persona afectada escribe en el teclado cierto contenido y éste se reproduce con voz).

– Lectura y escritura: actividades encaminadas a favorecer tanto la mecánica de éstas como la comprensión lectora. Tratamientos de los aspectos fonológicos, gráficos, viso espaciales…

– Lenguaje: se realizan actividades de comprensión oral, expresión, denominación, morfosintaxis, conciencia fonológica y semántica, estructuración de frases y del discurso, etc.

Por otro lado, además de la intervención tradicional en DCA, en el Hospital Aita Menni (Guipúzcoa, España), los logopedas han ampliado su formación en terapia miofuncional aplicada a lesiones neurológicas. Emplean la neurofisiología muscular como base del tratamiento y por medio de técnicas pasivas y activas se evidencian mejorías en la rehabilitación de las parálisis faciales y de la disfagia orofaríngea en pocos meses, dependiendo de cada caso (Dolz Llandres, 2016).

Esta nueva forma de tratamiento se centra en conocer el tipo de fibras que tenemos en nuestra cara, bien de tipo I o tipo II, la distinción entre los ejercicios isotónicos, isométricos e isocinéticos, así como la importancia de la estimulación térmica. (Dolz Llandres, 2016).

Los estudios actuales avalan cada vez más la eficacia de técnicas como la electroestimulación. Mediante electroestimulación, a través de corrientes FES (estimulación eléctrica funcional), se envían estímulos que favorecen la movilidad laríngea (Dolz Llandres, 2016).

También, emplean el método del tapping o vendaje neuromuscular (Kinesio Tape), que está basado en la estimulación tegumentaria, que proporciona estímulos constantes y duraderos en las vías aferentes del córtex sensorial primario, permitiendo una mejor integración del sistema somatosensorial, facilitando una mejor respuesta motora. Aunque su utilización en logopedia es algo nueva y aún poco explorada, algunos estudios ya demuestran su eficacia en las terapias de alteraciones temporomandibulares (ATM), parálisis facial, apraxias, asimetrías faciales, hipotonía de los músculos de la cara y reeducación respiratoria (Dolz Llandres, 2016).

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