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Máster en Coaching Deportivo: habilidades del coach deportivo

El Coaching Deportivo se define como una estrategia de intervención psicológica en modificación de la conducta (produce cambios mantenidos en la cognición, emoción y conducta), así como de la mejora de habilidades psicológicas y sociales (relaciones interpersonales) de las personas o equipos (García-Naveira, 2011).

El psicólogo-coach acompaña al cliente durante un proceso de desarrollo personal/ profesional, mejora del rendimiento y consecución de objetivos. El Coaching Deportivo consiste en una serie de conversaciones, en el que el psicólogo-coach utiliza una metodología basada en preguntas, que ayudan al cliente a explorar e indagar (autodescubrimiento) en su situación actual, el futuro deseado y a desarrollar un plan de acción para conseguir sus metas. Si te planteas realizar un curso de coaching deportivo este artículo te ayudará a reconocer la figura del coach deportivo.

Sabemos qué hace un coach, en este caso deportivo, pero a veces como profesionales, olvidamos cuáles son las habilidades que debemos desarrollar para llevar a cabo dicho rol. Es por ello que a continuación nombraremos y describiremos las habilidades comunicativas más importantes adaptadas especialmente al coaching y al deporte, que el coach deportivo utiliza en las conversaciones con sus clientes (deportistas y entrenadores) y que le permiten avanzar dentro del proceso hacia la consecución de los objetivos de su cliente. Para obtenerlas es importante contar con una formación adecuada, como el Máster en Coaching Deportivo de ISEP:

Establecer la Alianza de coaching, entendiendo como tal el ser capaz de negociar, acordar y mantener un entorno de trabajo óptimo en el que la persona se sienta segura y con confianza para progresar y avanzar. Este entorno requerirá confidencialidad, compromiso, apertura a nuevos puntos de vista, aceptar errores para aprender de ellos, definir el propósito del coaching, establecer la logística del proceso (frecuencia-lugar-precio de la sesiones) y otros aspectos que tanto la persona como el cliente quieran acordar y que constituyen el marco de trabajo idóneo (Cascallo, 2016).

Generar Rapport, lo que implica una sintonía comunicativa necesaria para crear un nivel de confianza muy elevado entre la persona y su coach. Para ello es necesario dominar tanto el lenguaje verbal como el no verbal y desarrollar una fina capacidad de calibración del interlocutor. Al rapport se le conoce también en coaching como la habilidad de “danzar con el cliente” (Cascallo, 2016).

Escuchar a nivel profundo (escucha activa y enfocada), que supone una forma de atender y escuchar a la persona que va más allá de la conocida escucha atenta. Aquí se trata de ser capaz de captar no solo la información que la persona transmite y/o quiere transmitir, sino también la que no transmite verbalmente y los estados emocionales que acompañan a la información y que nos revelan los valores y motores de motivación intrínsecos de la persona (Cascallo, 2016).

Realizar Preguntas potentes. Se trata de preguntas abiertas (aquellas cuya respuesta no puede ser un SI o NO) que inviten a la reflexión, que permitan a la clarificación de ideas, que generen nuevos puntos de vista, que permitan revisar o desmontar falsa creencias limitantes, que ayuden a construir nuevas ideas potenciadores, etc. ejemplos de estas preguntas: ¿Qué significado tiene esto para ti? ¿Cómo te sentirás cuando lo consigas?, ¿Qué vas a hacer ahora para dar este paso? ¿Qué necesitas para hacerlo? (Cascallo, 2016)

Guiar la Visualización, es decir, la capacidad de conseguir que la persona “visualice” mentalmente escenas en las que él aparece como protagonista o como espectador, y que sea capaz de recuperar los aspectos sensoriales relacionados con la visión (imágenes, sonidos, emociones, impresiones, etc). La visualización es especialmente útil en coaching deportivo, aplicable tanto al trabajo de consolidación de la motivación, como al aprendizaje y la preparación mental (calentamiento mental) (Cascallo, 2016).

Conseguir el Compromiso. El coach deportivo debe ser capaz de que todas las reflexiones, nuevas ideas, motivaciones, planes y demás que surjan durante las conversaciones de coaching y reflexiones posteriores cristalicen en compromisos concretos del cliente que le permitan avanzar hacia sus objetivos. El compromiso es una herramienta básica del coaching, necesaria para la Acción, entendiendo como tal la ejecución de las decisiones acordadas. De cada sesión de coaching se debe salir con algún compromiso, de acción o reflexión (Cascallo, 2016).

Proporcionar Feedback efectivo. El coach debe inducir al cliente a la evaluación continua de las acciones y del nivel de ejecución de compromisos, para que el cliente pueda extraer aprendizajes. El feedback a dar puede ser de reconocimiento, de petición de cambio o de ánimo simplemente, en cualquier caso es indispensable para mantener al cliente motivado y enfocado hacia sus objetivos. En el entorno deportivo hemos de ser conscientes de que los individuos suelen tener un alto nivel de exigencia consigo mismos, y por tanto es crítico saber proporcionar feedback realmente útil. En este sentido el sándwich de feedback positivo se ha revelado como una de las herramientas más efectivas (Cascallo, 2016).

La formación en coaching deportivo es indispensable para conseguir todas estas habilidades y completar tu perfil profesional para poder trabajar en el ámbito deportivo.

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